Colección NARRATIVA nº 69
ISBN: 978-84-17433-02-4 • 224 páginas • PVP: 16,00
€
INFORMACIÓN
DEL LIBRO:
El Visigodo narra los hechos acontecidos desde el desembarco
en la Península Ibérica de los musulmanes en el año
711 hasta la formación del Reino Astur en 718. Los visigodos,
otrora dominadores, pierden su hegemonía en poco menos de tres
años. La conquista musulmana arrasará la cultura imperante
en las tierras de la Hispania romana.
Los protagonistas de esta historia son don Pelayo, primer rey de Asturias;
el rey godo Witiza y Agila, su hijo; Chindasvinto, rey visigodo; Favila,
dux visigodo de la Asturica y padre de D. Pelayo; don Rodrigo, rey visigodo
elegido tras la muerte de Witiza. Los Papas Constantino I y Gregorio
II; Oppas, obispo cristiano, hermano de Witiza. Muza ibn Nusair, gobernador
musulmán del Norte de África y su hijo Abd al-Aziz; el
Califa Omeya Al-Walid I; el Califa Omeya Suleimán I; Táriq
Ibn Ziyad, general bereber que comandó el desembarco en el 711
y la posterior conquista de gran parte de la Península Ibérica.
Los hechos transcurren en territorios de Algeciras, Alicante, Astorga,
Burgos, Cangas de Onís, Carmona, Córdoba, Covadonga, Écija,
Elda, Gijón, Granada, Jumilla, Lorca, Málaga, Mérida,
Monóvar, Murcia, Orihuela, Sevilla, Talavera, Tarifa, Toledo,
Xátiva y Zaragoza.
Las historias narradas configuraron el mapa que da lugar a la actual
España. Esta novela intenta, dentro de un contexto histórico
lo más fiel posible a la realidad, mostrar la influencia de las
actuaciones humanas en la historia y el inicio de lo que será
el futuro de la Península Ibérica a partir de la invasión
sarracena, cuando los grandes dominadores en casi toda la extensión
de Hispania eran visigodos.
(Monóvar, Alicante, 1959)
Tras sus estudios, ingresó muy joven en el ejército que,
como él afirma, era la "única forma que podía
permitirme viajar y conocer mundo en aquella época". Posteriormente,
decidió dar un cambio radical en su existencia y optar por el
sector financiero, donde ha llegado a ocupar, tras casi 40 años
de experiencia profesional, diversos cargos directivos en distintas
entidades financieras españolas. Experto financiero y comercial,
con título de Directivo por Fundesem Business School.
Colaborador de la Universidad Miguel Hernández de Elche, en su
Observatorio Ocupacional y participe en diversas actividades literarias
organizadas por la Casa Museo Azorín de Monóvar. Participó
en la edición y redacción de una Ruta Medioambiental y
acaba de terminar un estudio socio-económico que está
en fase de revisión. Su afición por la historia y la escritura
le llevó a participar y a quedar finalista con El visigodo en
el V Premio Alejandro Dumas de Novela Histórica de M.A.R. Editor.
Pregunta.-Tu libro nos habla de la Península
Ibérica de los musulmanes, en el año 711, hasta la formación
del Reino Astur en 718. ¿Eran conscientes del papel crucial que
iban a tener en la formación de lo que ahora consideramos España?
Respuesta.- Para nada. Fue una mera cuestión de supervivencia.
Su hegemonía se derrumbó como un castillo de naipes ante
el avances incontenible de los musulmanes. Tras la confrontación
en Covadonga, donde salen victoriosos, se dan cuenta que el ejército
invasor no es invencible. Es a partir de ahí cuando avanzan muy
poco a poco hacia la Reconquista. No debemos olvidar que desde ese momento
empezarán a formarse los futuros reinos que darán lugar
a la realidad de hoy.
P.Los protagonistas de esta historia son don Pelayo, Witiza, Agila,
Chindasvinto, Favila, don Rodrigo… ¿Cuáles son los
personajes más importante de la época y por qué?
R.- Sin duda alguna la figura más importante de la época
visigoda es Don Pelayo que aúna y encabeza la rebelión
contra el invasor. También lo es Roderico (Don Rodrigo), rey
recién elegido que se enfrentará a los musulmanes perdiendo
su vida y que se convertirá a posteriori, en un legendario enemigo
en el mundo musulmán siendo inmortalizada su figura en la residencia
califal de Quasyr Amra junto con los emperadores persa y chino.
En el bando contrario, destacaría la figura de Táriq ibn
Ziyad que a las órdenes de Muza ibn Nusair, comanda la invasión
y de un personaje prácticamente relegado al olvido que es, Abd
al-Aziz, hijo de Muza, casado posteriormente con la viuda de D. Rodrigo
y que será asesinado en el 715.
P.- ¿Es una novela más histórica, de cercanía
a la realidad de los hechos, o pesa más la creación?
R.-Es más una novela histórica que intenta dentro
de ese contexto, ser lo más fiel posible a la realidad que conocemos.
Por supuesto debe intervenir la creación de personajes ficticios
que se complementen con lo personajes reales y los hechos acontecidos.
Pretendemos adentrar al lector en una cadena de terribles, legendarios
y apasionantes acontecimientos y al mismo tiempo, darle la oportunidad
de conocer una parte de la historia de España.
P.-La historia transcurre entre Alicante, Burgos, Cangas de Onís,
Córdoba, Covadonga, Elda, Jumilla, Lorca, Málaga, Monóvar,
Murcia, Orihuela, y otras localidades. ¿La gente es consciente
de la importancia histórica de su ciudad o se quedan en la anécdota
de la fiesta de moros y cristianos? ¿Y en qué ciudades
crees que hay un recuerdo más vivo?
R.- Por supuesto que lo es. En mi caso, tengo la grandísima
suerte de residir en una provincia culturalmente muy rica, como es Alicante,
donde se ha ido absorbiendo la multiculturalidad de todos los pueblos
que por aquí han pasado. Un claro ejemplo son las fiestas de
Moros y Cristianos, donde se combinan múltiples actos culturales
con el resto de festejos. Puedo asegurar que la gente ama la historia
de su ciudad. En cuanto a las ciudades, todas son únicas e irrepetibles.
El boato es extraordinario y lo mejoran año tras año en
cada una de ellas. Para poder destacar una entre todas, mejor será
que vengáis a verlas.
P.-¿Qué hecho de los narrados en el libro es para ti
más significativo?
R.- Personalmente, el descubrimiento de Don Pelayo en un momento
clave de la obra. También, destaco en la última batalla,
las vicisitudes y vivencias de dos oficiales musulmanes que son claro
ejemplo de su cruel y manifiesto destino
P.-Algunos vemos en la España actual una herencia muy importante
de las taifas, de las banderías. ¿Ves alguna solución?
R.-Particularmente, pienso que todo es cuestión de educación.
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