Vida de perros. Eduardo Bastos

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Vida de perros
Eduardo Bastos
Vida de perros. Eduardo Bastos

Colección NARRATIVA nº 159
ISBN: 979-13-87618-00-1 • 230 páginas • PVP: 19 €

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INFORMACIÓN DEL LIBRO:

Asesina a las prostitutas con las que acaba de tener relaciones sexuales, mata niños, tiene encerrada a una mujer en una esclavitud terrible. El error de una inspectora devuelve a los investigadores del Grupo I de Homicidios al punto de partida en la búsqueda del esquivo criminal que mata imitando a asesinos famosos: el señor Lobo.
Estamos ante la peor situación posible; se teme que el huidizo asesino en serie pudiera ser un policía, alguien dentro del sistema, y comienzan a trabajar en esa vía cuando todo salta por los aires tras la detención de alguien que encaja con lo que se conoce del señor Lobo. En una carrera contrarreloj tratarán de conseguir las pruebas que lo vinculen con un criminal que que sabe a la perfección cómo trabaja la policía. Pero nada es lo que parece y el asesino puede evitar que le descubran.
La novela, inspirada en hechos reales, es una muestra de la cruda realidad que viven los policías en su día a día; cómo deben contar con un juez y con órdenes legales para todo, aunque eso dificulte o impida su trabajo. Y como en cualquier grupo humano observamos las pasiones, los celos, o cómo hay quien oculta su orientación sexual para poder integrase entre sus compañeros sin ser señalado.
En Vida de perros se muestra la maldad en su estado puro, la realidad de los asesinos en serie, su total falta de empatía, los descubrimos como seres que harán todo por cumplir sus objetivos, para los que la mentira es una simple herramienta.
Todo sea por tener el poder sobre los demás humanos.
El autor pone en valor a los expertos que trabajan para los investigadores, convirtiéndose en un homenaje a la enorme labor que los analistas de la conducta hacen en la sombra.


Eduardo Bastos
Eduardo Bastos

(Madrid, 1977).
Eduardo Bastos es Policía Nacional y estudiante de Criminología en la Universidad de La Rioja, compagina su función como investigador con una constante formación. En la actualidad, esa unión entre experiencia y conocimientos le han llevado a dar diversas conferencias en materias de seguridad tanto a menores como a familias o docentes
Oculto entre las sombras fue su primer libro publicado en M.A.R. Editor. Ahora aparece Vida de perros, segunda parte de la trilogía La crisálida del hombre lobo. Ha participado en las antologías de relatos: El verano de tu vida, Tenerife Noir y Castilla y León, territorio mítico.


Entrevista a Eduardo Bastos

“El protagonista de Vida de perros es un ser despreciable que subyuga a su pareja y además imita a asesinos y psicópatas que han existido en la realidad”

Eduardo Bastos


Pregunta.- ¿El protagonista de Vida de perros tiene algo en particular contra las mujeres?
R.- No creo que tenga nada contra las mujeres en general. Me imaginé al protagonista como un asesino sin empatía alguna, sin escrúpulos ni remordimientos que para conseguir sus propósitos es capaz de hacer lo que ningún ser humano se atrevería. Aunque es verdad que muchas de sus víctimas son mujeres, lo cierto es que la mayoría de sus actos son imitaciones de otros asesinos. La realidad es que, por desgracia, las mujeres han sido y son el punto de mira de muchos criminales, pero no sólo de asesinos en serie, lo vemos todos los días con la lacra de la violencia de género. El que los lectores se den cuenta de que por el simple hecho de ser mujer tienes más papeletas de ser víctima potencial de un delito violento puede que despierte la conciencia de muchos con respecto a la seguridad personal y el modo en el que la sociedad tiene interiorizada la victimización de la mujer. Por eso me parecía buena idea el ver que Susana, uno de los personajes femeninos de la trilogía, en esta nueva novela, Vida de perros, fuese tomando fuerza y consiguiese sacar fuerzas de flaqueza cuando sus compañeros se quedan inmóviles y sin capacidad de reacción. Me parecía un bonito tributo a todas las luchadoras que cada día demuestran su valía: El Señor Lobo busca a mujeres para culminar su obra y una mujer es la que está dándole caza.


P.- Tu protagonista asesina a las prostitutas con las que acaba de tener relaciones sexuales, mata niños, ni su pareja se salva de su maldad. ¿Tiene algo de real el personaje?
R.- Es todo lo real que puede ser un personaje de ficción en una novela que está basada en hechos reales. Me explico: El protagonista, de ficción, es un ser despreciable que subyuga a su pareja y además imita a asesinos y psicópatas que han existido en la realidad, pero no sólo eso, sino que mientras comete sus crímenes es capaz de diluirse en la sociedad y pasar desapercibido para el resto del mundo. Esa es la realizad de la mayoría de los maltratadores, psicópatas y asesinos seriales en los que me he basado para escribir las novelas. Creo que si se piensa en frio, el sólo hecho de ser consciente de que tu vecino pueda ser el Sr. Lobo causa pavor.


P.- Esta novela tiene mucho que ver con Oculto entre las sombras. ¿A qué se debe?
R.- Vida de perros es la segunda parte de un ambicioso proyecto con el que pretendo mostrar varias cosas a la vez. Por un lado experimentar con la maldad en su estado puro: En Oculto entre las sombras metí en una coctelera a los asesinos seriales más conocidos del planeta, a un individuo que supiera los métodos que utiliza la policía en sus investigaciones y salió el Sr. Lobo. En Vida de perros tenía que descubrirle en todo su esplendo, pero además exponer la realidad de las víctimas de violencia de género, cómo se encuentran tan anuladas que incluso justifican a sus parejas y sus acciones, tal vez al leer la novela alguno aprende a empatizar con las victimas; pero también quería mostrar la realizad de los muchos y muy buenos policías que combaten en su día a día contra los criminales, desnudar sus pasiones, sus peleas, sus dudas, sus preocupaciones y cómo su vocación, muchas de las veces, les obliga a sacrificar muchas cosas queridas. Como entenderás, todo eso no cabe en una sola novela, por eso comencé a escribir La Crisálida del hombre lobo, una trilogía de la que ya se puede disfrutar de dos de sus partes: Oculto entre las sombras y Vida de perros


P.- ¿Al ser una trilogía se comparten personajes y un entorno físico? ¿En qué zonas se mueve nuestro criminal?
R.- El “malo” es un depredador que toma sus medidas para pasar desapercibido, por eso viaja mucho y ataca en diferentes sitios. En Oculto en las Sombras se hablaba de Barcelona, Irún, San Sebastyián, Salamanca o Madrid y alguno de sus barrios. En Vida de perros, la historia se centra en dar jaque mate al Sr. Lobo y por eso los escenarios tenían que centrarse también en una zona mucho más reducida del territorio nacional. En esta parte el entorno físico juega un papel importante, se concentra en diferentes barrios y pueblos de Madrid, sobre todo de la zona sur porque hay una serie de factores que, si yo fuera el Señor Lobo, me haría centrarme en esas zonas. Durante muchos años me he criado en Vallecas, en el sur de la capital, y creo que esos barrios son un ejemplo de todo lo bueno y malo que puedes encontrar en una gran urbe con la salvedad de ser un espacio mucho más recogido. Aunque, por desgracia, en polígono industrial de Marconi de Villaverde puedes tener un fácil acceso a la prostitución o exista una enorme densidad de población como en Carabanchel, también ya una multiculturalidad que hace el que esos barrios estén más vivos que otras zonas de Madrid y un ejemplo es Vallecas y el Pozo del Tío Raimundo, además existen infinidad de sitios característicos y tremendamente bellos como el Cerro de los Ángeles en Getafe o el parque forestal de Entrevías. Por eso la trama debía de recoger, al menos, unas pinceladas de la realidad de esos barrios, que son en los que he crecido.


P.- ¿La policía trabaja sobre más casos de psicópatas y criminales en serie de los que podemos figurarnos?
R.- Sinceramente espero que no, pero soy consciente de que muchos de los criminales que la policía detiene diariamente podrían tener rasgos psicopáticos, pero creo que no hay ningún estudio fehaciente sobre los detenidos e investigados por la policía. Si a eso le sumamos la estimación que el Doctor en psicología Robert D. Hare postulaba que aproximadamente entre el 1% y el 5% de la población mundial padece psicopatía, la respuesta a la pregunta de si hay más psicópatas de los que nos figuramos, da miedo.


P.- Tu protagonista tiene una total falta de empatía, hará todo por cumplir sus objetivos, para él la mentira es una simple herramienta. ¿Cómo descubrir a una persona de este tipo en nuestro entorno?
R.- Tengo que decirte que no soy psicólogo, por eso puede que mi respuesta no sea todo lo precisa que debiera, aun así, no estoy del todo seguro de que se pudiera descubrir si un psicópata como el Sr. Lobo está en nuestro entorno. La mentira es un forma de vida y todo gira en torno a ella, piensa que una persona sin ningún tipo de empatía sería fácil identificarlo en la sociedad, el mentir es su forma de pasar desapercibido, su particular forma de subsistir en sociedad. Es más, es muy posible que varios de nosotros ha tenido contacto con uno o más de estos psicópatas y no nos hemos dado cuenta de nada. Cosa diferente es que la policía le detenga y, tras eso, te pongas a “atar cabos” y llegues a la conclusión de que fulanito de tal era un psicópata.


P.- ¿Eres consciente de la dureza de tu novela, especialmente en las páginas finales? ¿Se podría decir que empieza siendo una novela policíaca y acaba más cerca del true crime?
R.- Tenía que mostrar la maldad en su estado puro, por eso tenía que ser una novela cruda, real y muy, muy dura. El lector no podía esperar menos del Sr. Lobo. Catalogar Vida de perros como true crimen es un poco osado, pero es cierto que me baso es experiencias personales y, sobre todo, en la realidad a la hora de plasmar cómo trabaja la policía. Muchos de los lectores van a ver reflejada la realidad del trabajo de la policía, incluso de los GEO en sus intervenciones. Creo que eso un punto fuerte de la novela, el meterte en una investigación policial que mezcla la realidad con la ficción. Ahora bien, a modo de confesión tengo que decirte que, sin ser así de atroz, sí que hubo una mujer metida en una jaula de perros. Por suerte su pareja fue a prisión.


P.- Hay momentos en que Vida de perros es una novela negra procedimental. ¿Ayudará al lector a conocer y comprender mejor el modo de trabajar de la policía?
R.- Eso espero, porque es una de mis intenciones a la hora de lanzarme a escribir la trilogía La Crisálida del hombre lobo, pero también creo que ayuda a que el lector se vea metido en la tensión y estrés de la investigación. Vida de perros es una novela en la que te falta el aire desde el minuto uno, podría decirse que es una carrera a contra reloj en la que los tiempos están marcados por la ley y el que, según vas pasando las hojas, te vayas dando cuenta de que las cosas no son tan fáciles como uno pensaba, hace que comprendas el trabajo de la policía pero sobre todo que te des cuenta de su humanidad y empatices con ellos.


P.- Cuándo un delincuente parece conocer especialmente bien el modo de trabajar de la policía, ¿los policías deben cambiar su comportamiento para que no se les adelanten?
R.- No es que deba cambiar, es que se hace de forma constante. La policía es un reflejo de la sociedad y se ajusta a las necesidades reales de cada momento y lugar, pero es una organización enorme con más de setenta mil policías y, por eso, puede que la sociedad no vea esos cambios de una forma contundente como si fuera una actualización del móvil, creo que es más algo diluido en el día a día. Desde siempre he pensado que un policía debía de reunir muchas cualidades, pero entre todas destacaría tres: Una vocación de servicio excepcional y por encima de todo, un nivel de frustración muy bajo porque muchas veces las cosas no terminan como nos gustaría y una flexibilidad cognitiva que te permita explorar nuevas formas de investigación o de intervención, siempre que se ajusten a la ley, claro. Creo que por eso he disfrutado tanto de mi época como investigador, porque podía explorar nuevas formas para identificar a los delincuentes y eso mismo es lo que he tratado de plasmar en Oculto entre las sombras y en Vida de perros, mi forma de vivir la investigación.


P.- Ya sabemos que es una trilogía. ¿Hacia dónde se supone que nos llevará un futuro tercer volumen?
R.- El proyecto de La Crisálida del hombre lobo, como su nombre indica, es la transformación de un individuo en el mayor depredador que ha existido jamás. Quiero plasmar sus pensamientos, sus motivaciones y sobre todo el cómo y el porqué se ha deformado tanto su yo como para convertirse en un animal sediento de sangre y, como comprenderás, todo esto no cabe en una sola novela, por eso decidí centrarme en un aspecto esencial con cada novela. Con Oculto entre las sombras tenía que crear al mayor asesino de todos los tiempos mientras mostraba a parte de los criminales y psicópatas más peligrosos del mundo para que los lectores viesen que no estaba hablando de fantasías sino de gente tan real como tú y como yo. Con Vida de perros, como he dicho, he querido mostrar la maldad en estado puro, la más peligrosa de las maldades a la que se podría enfrentar una persona, porque esa maldad es real, mentirosa y tremendamente embaucadora. Por eso tenía que mostrarla sin tapujos ni edulcorantes que hicieran más fácil de digerir, tanto que la dureza de la novela, de la que me has preguntado anteriormente, te das cuenta de que podría abrir la sección de sucesos de cualquier noticiario de televisión. Sobre la ultima parte, espero no desvelar demasiado, pero quiero que sea el cierre del círculo, tengo pensado mostrar la maldad del Sr. Lobo desde otro punto de vista, más interior y personal, pero no quiero adelantarme porque aún queda mucho trabajo por delante. Ahora espero que los lectores disfruten de Vida de perros tanto o más que de la primera parte.



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