
ISBN: 978-84-942182-7-9
158 páginas
PVP 13,95€
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INFORMACIÓN
DEL LIBRO:
Una conocida pintora está terminando
un cuadro impresionista, en el que se encuentra absorbida por alcanzar
la tonalidad de verde necesaria para darle vida a una manzana caída
de un frutero. Suena el teléfono; es la policía, que le
solicita ayuda para resolver un crimen que parece cometido por un amante
de la pintura. Al primer asesinato siguen otros en los que el homicida
parece reproducir cuadros conocidos que representan una mezcla entre
la verdad, la mentira y la inspiración.
El inspector y el subinspector encargados del caso cuentan con la
experiencia de la pintora. Son conscientes de que el objetivo del asesino
es eliminar al grupo de músicos virtuosos de cuerda frotada de
origen
ucraniano que forman la élite de la Orquesta Sinfónica
de Galicia. Uno
de los componentes de este grupo es el concertino de la orquesta, que
coordina y conduce a sus otros cuatro virtuosos, a los que conoce desde
los tiempos del conservatorio en San Petersburgo y Kiev.
En las escenas de los crímenes no se dejan huellas, pruebas o
pistas;
no parece haber razones poderosas para estos asesinatos, y no surgen
motivos aparentes, ni móviles claros para alcanzar semejantes
extremos.
Solamente una mente extraña puede llegar hasta tales niveles;
una
mente que se mueve en el entorno de las artes plásticas y de
la música
clásica. Tendremos que seguir las huellas a través de
su mundo, hasta
su último asesinato, para saber si se podrá dar con él.
José Luis Caramés Lage ha logrado con Asesinatos con
arte el accésit del IV premio Wilkie Collins de Novela Negra
y plantea una interesante propuesta al unir la investigación
criminal con el mundo del arte y de la música clásica
y con un lenguaje que destaca por su brillantez y elegancia.


(Santa Marta de Ortigueira, La Coruña,
1945)
Profesor Titular de Filología Inglesa en la Universidad de Oviedo
durante cuatro décadas. Ha publicado recientemente el ensayo
Reflexiones para crear ideas en el futuro de los Indignados,
con el que fue finalista del IV Premio Rara Avis de Ensayo.
En su actividad creativa se le ha otorgado el segundo Premio Francisco
Nieva de Cuento; ha sido finalista en el de Novela Ciudad de Noega,
y ha obtenido el segundo premio Novela Corta Dulce Chacón. Entre
sus publicaciones figura el libro de cuentos, Mi tía abuela
Dolores y el Círculo de Animales Excluidos, traducido al
gallego y al inglés, las novelas Miel Roja, Inocencia Silvestre,
Landoy: La Saga de los Ortigueira, La Croqueta, y poesía
con Yo bailé mil boleros.
Ha sido profesor en las Universidades de
Newcastle upon Tyne y Sheffield en el
Reino Unido y profesor visitante en universidades
europeas: Cambridge, Aarhus,
Bochum, Milán, y americanas, New Paltz,
La Habana, Matanzas, San Cristóbal de
Huamanga y El Zulia.


PP.-¿Cómo surge la ideas de
Asesinatos con arte?
R.- Hace cuatro décadas mi familia se fue a veranear a un hermoso
pueblo de la costa gallega, Muros. Mi padre estaba convaleciente de
una operación y yo le leía novelas de Agatha Christie,
sobre todo las que protagonizaba Miss Marple, la detective más
ingeniosa y más pragmática que había leído.
De aquella experiencia me quedó la idea de que un buen día
iba a escribir una novela de detectives. Ahora, cuatro décadas
después, parece que lo he logrado.
P.-Conociendo la obra, podría pensarse que es un best seller,
pero has llevado el libro por otro camino distinto, el de la calidad
R.- Para lograr un best seller hay que tener mucho dinero para producir
a una buena escala geográfica un marketing comercial muy planificado,
utilizando todos los medios de comunicación, pero sobre todo,
la televisión. Por otro lado, al ser profesor de Literatura Inglesa
en la Universidad de una manera muy vocacional, parece que me ha condicionado
para escribir con la mayor calidad posible, elaborando un texto con
bastantes posibilidades abiertas a una lectura profunda, pero amena.
P.- ¿Por qué una orquesta gallega, por qué músicos
de países del bloque comunista, por qué el arte?
R.- Yo aprendí a bailar de muy pequeño, pues en los veranos
veraneaba en casa de mi abuelo en una aldea del norte de Galicia, y
me dejaban ir con mis amigos a las fiestas del entorno. Allí
tocaban las mejores orquestas gallegas con más de 15 músicos,
y canciones para bailar que venían de muchos lugares del mundo.
Las orquestas me encantaban y la música la llevo en el espíritu.
De hecho escribo con música, ahora clásica, aunque me
gustan también los boleros. En todas las orquestas sinfónicas
que conozco se contrató a lo que se llamó "virtuosos"
rusos, ucranianos, checos, polacos, en momentos de dificultades para
esos países. Son grandes músicos que elevaron el nivel
de la orquesta sinfónica que los contrataba. Hubo celos profesionales,
pero también admiración y deseo de integrarse en una España
que necesitaba cultura. A decir verdad, bastantes de aquellos músicos
de conservatorios tan brillantes como el de Kiev, San Petersburgo, Moscú,
Praga o Bratislava, se quedaron a vivir en España. Música
y Arte, en el caso de esta novela, la Pintura, han luchado entre sí
para competir y mejorarse. Sea como fuere, el Arte ha tratado de llevarse
la mejor parte, dado que la Música es para el oído y el
arte es visual. La Música exige conocimientos muy específicos,
y aunque en el Arte también es necesario conocerlo, resulta más
popular. De todas formas, en la novela hay alguien que desea demostrar
que si existe eso que llaman la "música de las esferas",
también puede existir un "arte del firmamento" en donde
el encuentro con la Belleza y la Verdad sea tan posible como en la Música.
P.- En tus obras se mezcla la narración con el arte y las
ideas filosóficas. ¿Sucede de nuevo aquí?
R.- Sí. Eso proviene de mi carrera de Filosofía y Letras.
Tuve la suerte de tener de profesores a los mejores filósofos
de los años 60 en España; a los mejores en Lengua Española
y a los más brillantes en Arte. Soy por naturaleza una persona
interdisciplinar y me gusta mezclar disciplinas que han sido separadas
por muchos motivos. Además, creo que la Ciencia también
debe entrar en la Creación Artística, ya que ha influido
mucho, por ejemplo, en la narrativa, la poesía y en el ensayo.
P.- Cambiando de tema. Has sido profesor en universidades de medio
mundo. ¿Qué es lo más interesante que has sacado
de esa experiencia?
R.- A las universidades se las está tratando mal. Se dice que
no hay dinero y que los profesores tienen muchas vacaciones. Le diré
que durante más de veinte años, mis vacaciones eran ir
un mes a la Biblioteca de la Universidad de Cambridge a estudiar. Y
fui feliz. Para ser profesor hay que tener vocación. Yo desde
muy pequeño quería ser maestro. Para ser docente universitario
hay que investigar y es difícil, ya que la vida cotidiana no
deja que te alejes del mundo, al menos durante unas horas a la semana.
Con todo, en la Universidad europea y americana, que son las que conozco
un poco mejor, resaltan las ganas de aprender del estudiante, y cómo
el profesor debe hacer para que esto ocurra de una forma sencilla y
casi natural. Después, el docente debe ejercer un poco como Sócrates,
preguntar y preguntar para que el alumno piense en las disciplinas de
la vida y en sus cosas. La experiencia de viajar, conocer, entrar en
una sociedad diferente, adaptarte, aprender de los demás, abstraer
lo aprendido para poder aplicarlo según tu versión, y
el hacer amigos para toda la vida, aunque sean de otro color de piel,
de diferente raza, de distinto idioma, es lo mejor de la Humanidad.
P.- Tu anterior libro apareció en Ediciones Irreverentes,
Reflexiones
para crear ideas en el futuro de los Indignados. ¿Qué
se encontrará el lector en ese libro?
R.- Creo que el joven español, quizás también el
hispanoamericano, protesta por sensibilidad, sentimientos, inmediatez,
cualidades que están bien, pero que deben ser racionalizadas.
Las ideas deben tener cierto sustento filosófico, social, económico
para que fructifiquen. En este ensayo ya publicado se dan una serie
de pautas que han sido aplicadas desde el mundo griego con Sócrates,
hasta el mundo marxista de Gramci en la Italia moderna, pasando por
la dialéctica del amo y del esclavo en el filósofo alemán,
Hegel. En todos ellos se alimenta la necesidad de llegar a la independencia
individual con la formación cultural, buscando cierta hegemonía
propia y colectiva. En contra está el feísmo como tendencia
muy española asentada en la envidia de lo que posee el otro,
el vecino, que casi siempre tiene más cualidades que nosotros,
obtenidas sin mérito alguno y sin trabajar. Claro, esto no resiste
un empujón en el metro. De aquí que el joven deba protestar,
pero con cultura, con deseo de llegar a donde se proponga, con el estudio,
con el aprendizaje práctico que también puede ser político,
filosófico, social, antropológico, literario y, debido
a ello, mucho más consciente y solidario.
P.- ¿De tus experiencias en política y universidad has
sacado material para estos libros?
R.- Ya soy un señor mayor. Creo que en mi vida me han pasado
cosas. He sido feliz en mi niñez y juventud. No me considero
infeliz hoy en día y la vida no me ha tratado demasiado mal.
He trabajado, y por dedicación y optimismo he logrado cosas.
Te diré que estuve quince meses en el desierto del Sahara haciendo
el servicio militar en el inicio de los años 70; que viví
cinco años en Gran Bretaña en donde hice mi doctorado
en las mejores bibliotecas del mundo; que he sido durante doce años
evaluador de proyectos europeos en Bruselas; que fui Profesor Solidario
Intercampus en países sudamericanos como Venezuela, Cuba y Perú,
etc.; que presenté para toda España en la Universidad
de Oviedo el Programa Erasmus que tanto bien ha hecho y sigue haciendo.
Además, he pertenecido a un partido político asturianos
en donde fui propuesto para alcalde y, después de varios años,
en otro partido también minoritario para Senador. Es decir, me
gusta la Universidad y creo que el único ser humano que no era
político fue Robinson Crusoe, y eso hasta que Viernes no llegó
a la isla. Y, de aquí se deduce que he aprovechado mi experiencia
para llevarla novelada a mis libros.
P.- Por último ¿Qué tipo de lector/a crees que
puede sentirse más atraído por Asesinatos con arte?
R.- Creo que la M.A.R. Editor llama a un lector que desea la experimentación
en la Literatura. Es decir, el lector que puede sentirse atraído
por mi novela es alguien leído, con entrenamiento como lector,
capaz de disfrutar con la lectura de las páginas y de sus contenidos,
y que puede analizar lo que lee. Pero, no creo que solo exista un tipo
de lector determinado. El joven debe acercarse a la lectura e ir cogiendo
experiencia lectora. La lectura debe ser una fuente de conocimiento
pero entretenida, casi divertida, que proponga una sonrisa cómplice
y en donde la ironía sea una fuente de comunicación entre
el autor y el lector. Es decir, el lector se hace cada vez más
inteligente. La verdad espero que la novela guste y el lector piense
y se divierta con ella.

de José Luis Carames Lage, en Conocer al Autor