
Obra ganadora del II Premio de Novela Negra Wilkie Collins
Carmelo
Anaya
ISBN 978-84-939322-7-5
320 Páginas
PVP 18€
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INFORMACIÓN
DEL LIBRO:
Un hombre ha perdido la fe. Hasta el descalabro, nada más
hay un paso. Sólo tenía dos opciones: hacer humildemente el bien
o hacer humildemente el mal. Optó por las dos. Pero el mal es mucho más
poderoso. El mal es biológico, primario, elemental.
El protagonista
de Ordo dei, (perdedores anónimos), es el inspector Marcano, un
hombre bueno convencido de que vive en el mejor de los mundos posibles, hasta
que la realidad destroza sus esperanzas.
Son tiempos de crisis, no sólo
económica: espiritual, ética, estética, el mundo se derrumba alrededor de quienes
mantienen un espíritu limpio. En tal situación, defender la ley sin chocar contra
la propia conciencia es muy difícil.
El mundo parecía ir hacia mejor,
pero cada vez aparecen más perdedores, tanto que la ciudad no se atemoriza ante
el espectáculo de los comercio asaltados, del cementerio en llamas, de los vídeos
insoportables en la web del ayuntamiento, sino que lo toma como un espectáculo
más en un mundo que zozobra.
Nos falta amor, somos mendigos de afecto,
de una caricia, de un minuto de atención. No sólo hay pobreza y desempleo, hay
muchas otras miserias: luchar para vivir y no tener fuerzas, no ser querido ni
por los propios hijos, ser feo, o viejo, vivir para comer, dormir y trabajar,
no creer en nada, querer perderse, querer morir, querer pegarle fuego al mundo,
tenerlo todo y no ser nada.
En Ordo dei el inspector Marcano
debe descubrir al responsable de unos hechos delictivos contra el orden establecido
que parecen encadenados, pero ¿sería ético hacerlo?
INFORMACIÓN DEL AUTOR:
CARMELO ANAYA
(Serón, Almería, 1967)
Abogado y criminalista. Ha publicado anteriormente
las novelas Baria city blues, Frío invierno en Baria, Memento mori,
Una parte de mí y Tiempo Cero. Ha publicado numerosos cuentos
y relatos breves en diversas colecciones. Fue accésit del Premio J&B
con la novela El corazón oscuro. Se ha revelado un verdadero maestro
del género negro, con influencias bien asimiladas de sus admirados Dashiell
Hammett y Jim Thompson. Su novela Ordo dei, (perdedores anónimos),
ganadora del II Premio Wilkie Collins de Novela Negra, es la primera que publica
en M.A.R. Editor, toda una profecía sobre un mundo que parece a punto de
llegar en el que los perdedores de la vida explotan y se rebelan ante un orden
social que los excluye, un mundo sin valores ni amor.

P.- ¿Es Ordo dei (perdedores anónimos) una antinovela
negra en la que lo moral no es detener al delincuente, sino que el delincuente
es el héroe?
R.- Efectivamente. El héroe no es el policía
que detiene al delincuente, sino el delincuentel que, no siéndolo, sufre
desesperadamente por la maldad que lo rodea e intenta llamar la atención
de la sociedad. Es un grito desesperado, alguien que clama en el desierto, cuya
voz ni oímos ni queremos oír.
P.-
Marcano, un hombre hábil, inteligente, capaz en la lucha contra el delito,
queda en esta novela un poco desbordado por los acontecimientos. ¿Cambia
su forma de ver la vida?
R.- Su vida cambia por completo. El inspector
Marcano es un hombre idealista. Un policía con vocación de servicio
a la sociedad en la que vive. Un hombre que, como tantos, cree profundamente en
los valores que, supuestamente, conforman e impregnan esa sociedad. Pero tales
creencias también lo convierten en un hombre que incurre en el pecado de
la debilidad, retrocede y se convierte en un espectador pasivo del mal, se desintegra
en esa marea de violencia y desorden, y cae mudo de estupor en la misma decadencia
que observa y contra la cual no sabe luchar.
P.-
¿Los delincuentes del S.XXI son los chorizos del S.XX o son otros? ¿De
ser así, quienes?
R.- Los delincuentes siempre han sido los mismos.
Con careta o sin careta, bajo una capa de hipocresía o sin ella, siempre
son los mismos. Lamentablemente, en el momento actual, sorprendentemente, nos
estamos dando cuenta de que los verdaderos delincuentes gozan de casi total impunidad.
Los peores, las mafias en cuyas manos nos encontramos, no son las siciliana o
la rusa. Las peores mafias son los partidos políticos. Su corrupción,
su impunidad, impregnando cada rincón de nuestra sociedad, nos ha conducido
al momento actual. Sus cómplices, un poder judicial sometido al poder político.
P.--¿Qué has pretendido transmitir con Ordo Dei?
R.-
La desesperación. La desesperación de toda una sociedad cuya descomposición
ya no respeta a nadie, cuya maldad alcanza a todos, cuya violencia, aun soterrada
o contenida, golpea a cualquiera que se interponga en la marea de su sin sentido.
P.-
Tienes una trayectoria larga y prestigiosa. Al meditar sobre lo que has hecho
¿Quiénes son los escritores que más han influido en tu forma
de entender la literatura negra?
R.- Sin duda, Jim Thopsom. Siempre que
leo sus libros lo apodo el Shakespeare de los bajos fondos. También me
interesa mucho Horace Mcoy.
P.- Qué evolución
has tenido desde la exitosa Baria city Blues hasta Ordo Dei?
R.- .- Realmente, he escrito varios libros más. Como novela negra, digamos
pura, referida a un asunto delictivo, tengo colgada en Bubok.es y en Amazon la
novela El guardián de mi hermano, sobre una emergente grupo terrorista
que ha aprendido la lección que ETA, desgraciadamente, nos ha dado a todos
los españoles. Una novela polémica. También tengo colgada
en Amazon La tierra amarilla, la primera novela en la que surge el personaje del
comisario Carrillo y que trata una vieja historia de pasión imposible con
una trama de especulación urbanística. Finalmente, publiqué
en Bubok.es y en Amazon la novela Memento Mori, primer tomo de la trilogía
cuya segunda novela es Ordo Dei, y que me gusta definirlas como delirios, como
antinovelas negras, de contenido más social o metafísico que policial.