Colección NARRATIVA nº 140
ISBN: 978-84-17433-79-6 • 190 páginas • PVP: 17,00 €
INFORMACIÓN DEL LIBRO:
Si nunca habías leído una novela sobre las drogas de sumisión química, este es tu libro.
Jamás te fíes de un periodista del corazón. Una noche de amigos, en la que las copas fluyen desorbitadas, unas chicas que se muestran receptivas... Todo es diversión hasta que la fiesta toma el cariz de una odisea degenerativa que atrapa a nuestro protagonista en una trama de extorsión y proxenetismo.
Ramos, el antihéroe de esta novela, es un adicto a numerosos vicios: bebida, tabaco, comida basura... y su principal droga: el dinero. No habrá suciedad que no cometa por un buen cheque, ni mujer a la que no proponga acciones deshonestas. Se siente feliz con su cotidianeidad de periodista alcohólico que vive de publicar los trapos sucios de los famosos en prensa amarilla. La soledad es su mejor aliada, o eso cree. Pero bajo los efectos del alcohol se transforma en diversos personajes convirtiéndose en un tornado de destrucción que, sin ser consciente, arrastra a quien le rodea. Esa inconsciencia le lleva a situaciones límite donde la cruda realidad le golpea sin clemencia y donde él se defiende amparado en la euforia que le produce la bebida.
Retrato de una sociedad sin valores, donde el interés personal y el placer priman; en la que los personajes más sórdidos son admirados.
Si alguien pensaba que el realismo sucio estaba muerto, que abra estas páginas. El cóctel está servido: dos cuartos de Bukowski, una medida de Chester Himes, unas gotas de Martin Amis y Carver, más el golpe en seco de humor negro que caracteriza al autor.
(Madrid, 1968).
Se presentó como autor con El edén de las manitas de cerdo, obra con la que ganó el Premio Wilkie Collins de Novela Negra y logró el reconocimiento de la crítica. Posteriormente apareció Prohibido, su segunda novela en M.A.R. Editor. Si en la primera se aprecian influencias de autores como Tom Sharpe o Eduardo Mendoza, la segunda es puro hard boiled. Ha presentado sus obras en festivales negros como Tenerife Noir, Castellón Negre, Semana Negra de Gijón y Cartagena Negra entre otros.
Autor de relatos caracterizados por utilizar un lenguaje directo, sencillo e impactante, en los que se sirve de un humor ácido para revelar, a través de unas tramas con giros inesperados, las tragedias que sobrevienen a los personajes.
Ha participado en las antologías de relatos de M.A.R. Editor: Tenerife Noir, Historias del románico, Sexo robótico y 2120, en la antología de Ediciones Irreverentes: Cuentos del coronavirus y en la antología Cartagena + Negra. Habitualmente participa con la lectura de sus relatos en el programa de Radio Nacional de España “Sexto Continente”.
La última noche con Edu es su primera novela de realismo sucio.
P.- En La última noche con Edu muestras a los periodistas del corazón y su entorno vital como una ciénaga. ¿Te has tenido que censurar mucho para no decir lo que de verdad piensas?
Respuesta.- No creo que haya que generalizar. Aunque la probabilidad es muy baja, seguramente habrá seres humanos en ese entorno —risas—. El protagonista de la obra no está especialmente contento con su trabajo, le gustaría ser un escritor como él define “de verdad”, pero sus etílicas musas solo le inspiran para sacar trapos sucios, lo admite y lo defiende enarbolando su máxima de que “La sociedad necesita tanto a los barrenderos como a los cirujanos”.
P.- A estos creadores de opinión los evidencias como gente sin ética, dados a todas las bajezas y curiosamente, son respetados por una parte de la sociedad, que los sigue como ejemplos. ¿No te desasosiega?
R.- Más que ser un ejemplo para la sociedad, sospecho que la envidia es el deporte nacional y el público se regodea al ver las miserias que muestran personajes con un nivel de vida al que nunca llegarán. Me inquieta más el aburguesamiento que lleva nuestra sociedad y que nos arrastrará a la extinción. No es lógico que la gente se pelee por un equipo de fútbol o que los políticos luchen por una dudosa igualdad basándose en cambiar las terminaciones “os” por “as” o “es”, cuando no llegamos a fin de mes, los migrantes vienen a paladas y el trabajo cada vez es más precario.
P.- En La última noche con Edu nos muestras cómo se actúa con las drogas de sometimiento químico. Hemos visto en medios de comunicación como las llamadas manadas las usan. ¿Qué se puede hacer en estos casos?
R.-La escopolamina, Burundanga o droga zombi, como se conoce a esta droga coloquialmente, se usa legalmente con utilidad medicinal, pero también ilegalmente ya que reduce la voluntad y la memoria de las personas que están bajo sus efectos. Los delincuentes la utilizan para llevar a cabo delitos como el robo o la agresión sexual. La víctima queda sin voluntad y le provoca una amnesia total durante horas. Esto implica que las personas afectadas no recuerden absolutamente nada, complicando mucho el trabajo de la policía para la investigación. Si crees que te han intoxicado, debes ir a la policía y denunciarlo. No intentes nunca hacer lo que nuestro protagonista, este no es un libro de autoayuda, es la cruda realidad.
P.-Tus dos primeras novelas son negras, y en estas aunque se mantienen ciertas constantes del noir, pasas al realismo sucio. ¿Por qué este cambio?
R.- La frontera en mis obras entre el realismo sucio y la novela negra es muy fina, y me gusta que el estilo en mis novelas no se repita. Espero que el lector se sorprenda con cada escrito. Personalmente, cuando leo un segundo libro de algún autor y es como tener un déjà vu del primero, me produce desinterés.
P.-¿Hay autores de realismo sucio que te puedan haber servido de inspiración?
R.- Siempre hay autores que sirven de inspiración. En El edén de las manitas de cerdo, mi primera novela, se hablaba de influencias de Tom Sharpe, Chester Himes o incluso Eduardo Mendoza. Prohibido es un hard boiled donde las pinceladas las dan Dashiell Hammett o Raymond Chandler. En La última noche con Edu los aires se acercan a Bukowski o Amis Martin. Soy un hombre ecléctico y las influencias no son conscientes, el primer capítulo es el que me marca el estilo.
P.-¿Crees que el modo más exitoso de criticar una sociedad y una época es hacerlo mediante el humor?
R.- El humor es el arma más poderosa que tenemos, es el oasis entre el caos y el horror que vivimos a diario. Mis novelas son crueles, muestran la parte más oscura del ser humano y utilizo el humor para suavizar y dar tregua tanto al lector como a mí mismo.
P.-Empiezas el año en Castelló Negre, luego Tenerife Noir, después Semana Negra de Gijón... ¿Con tres novelas te vas convirtiendo en un habitual de los festivales que muestran la parte más dura y sórdida de la sociedad?
R.- Es un honor que me inviten. Los festivales, además de servir como escaparate de tu obra, me ofrecen la posibilidad de conocer y descubrir a otros autores. Cuando estoy con ellos, soy como un niño pequeño; me maravillo, me convierto en una esponja intentando absorber todo. Ese es el mejor regalo, aprender de ellos. Además, se acercan lectores de libros anteriores, te cuentan lo que piensan de tu obra y es muy enriquecedor.
P.-Por último, convénceme para leer La última noche con Edu
R.- Es una historia creíble, te podría pasar a ti. Una noche de copas con amigos, unas chicas receptivas... Todo es diversión hasta que la fiesta degenera y se ve implicado en una trama de extorsión. No hay superhéroes ni genios de la villanía. El protagonista es un tipo normal, con problemas tan reales como la soledad o la carencia de dinero. Los delincuentes son putas, proxenetas y bandas organizadas que vemos reflejadas en noticias todos los días. ¿Cómo afrontar un chantaje en que te muestran un vídeo violando a una mujer cuando no tienes recuerdo alguno? Nuestro antihéroe es alcohólico; esa enfermedad, no digo vicio, le transforma en diversos personajes que le convierten en un tornado de destrucción que arrastra a quien le rodea. El cóctel está servido: dos cuartos de Bukowski, una medida de Chester Himes, unas gotas de Carver y el golpe en seco del humor negro que me caracteriza hacen de esta obra no una novela de realismo sucio, una historia real.
• Presentación en Tenerife Noir de La última noche con Edu, en Ámbito Cultural. En Todoliteratura
• La última noche con Edu según Pablo Martín Carbajal
• La última noche con Edu, de Enrique Pérez Balsa, en la web de RTVE
• Presentación en Librería Lé de La última noche con Edu, en Noticias de M.A.R. Editor
• La última noche con Edu, de Enrique Pérez Balsa, en Sexto Continente de RNE
• La última noche con Edu, en Relato Hispanoamericano
• Enrique Pérez Balsa presentará La última noche con edu en Tenrife Noir, en Relato Hispanoamericano
Miguel Ángel de Rus entrevista a Enrique Pérez Balsa en Sexto Continente de RNE por La última noche con Edu
Ignacio del Valle recomienda La última noche con Edu, de Enrique Pérez Balsa, en Sexto Continente de RNE
Enrique Pérez Balsa presenta La última noche con Edu en el programa Sociedad Civil de Radio Interecontinental
Enrique Pérez Balsa presenta La última noche con Edu en los estudios de RNE
El edén de las manitas de cerdo |
Prohibido |
Sexo robótico |
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